Precioso el post de Pablo Hernández Breijo a propósito de esta canción de Pablo Alborán y Malú. "Todas las canciones hablan de Dios", ¡claro que sí!
(...) Y llega el momento del estribillo. Léanlo o cántenlo imaginando que están en una capilla frente a Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar. Es posible vivir una vida en la que el centro sea Dios, el Amor con mayúscula. Un Amor que no entiende ni de tiempo ni de espacio. Sólo Dios es lo importante.“Y es que vuelvo a verte otra vez,vuelvo a respirar profundoy que se entere el mundoque de amor también se puede vivir.De amor se puede parar el tiempo,no quiero salir de aquíporque vuelvo a verte otra vez,vuelvo a respirar profundoy que se entere el mundoque no importa nada más”.
0 comentarios:
Publicar un comentario